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Redacción / Enlazadot

Ciudad de México.- México es una potencial mundial alimentaria, y tanto el sector privado como el Estado deben hacer los esfuerzos por colocarlo así a nivel internacional, mediante los apoyos necesarios en tecnología, respeto al medio ambiente, transformación de los productos básicos y fortalecimiento de las cadenas productivas agrícola, ganadero, acuícola, pesquero y forestal.

Miembros del Sector Agroindustrial de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, coincidieron en afirmar que México ocupa el lugar número 12 como productor, mundial de alimentos y el tercero en el continente americano, por lo que es necesario modernizar el sector agroindustrial del país promoviendo un comercio justo, el respeto al medio ambiente e impulsando a nuevos modelos de negocios para alcanzar la agenda mundial 2030 del sector.

En conferencia de prensa virtual para dar a conocer los detalles del programa del primer Foro Internacional Agroindustrial Canacintra 2022, a celebrarse de forma híbrida, los días 18 y 19 de enero, en la Sede Nacional del organismo, y por redes sociales, Alicia Almanza, coordinadora general de este foro, habló sobre la importancia de articular cadenas a partir del sector primario en México.

Es prioritario, dijo, promover la capacitación del sector, la integración de todos los participantes directos e indirectos en el campo mexicano con las ramas industriales del país y generar así oportunidades de negocios entre ambos, ya que la agroindustria es un sector fundamental en México por su vinculación con el resto de los sectores productivos.

“Sin la modernidad que exige el incorporar tecnología de punta, bioeconomía circular, herramientas de precisión, mejoramiento genético, entre otros, no vamos a poder competir, ni salir, ya que somos una gran potencia alimentaria y tenemos por lo menos 20 o más productos que se exportan a diversos mercados y que generan mucho empleo”.

Por su parte, Esteban Chavoya, presidente del Sector Agroindustrial de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, afirmó que los objetivos para este Foro, son elevados en el mediano y largo plazos, ya que se busca consolidar eventos anuales que contribuyan a generar importantes opciones de negocios, a partir del de FIA 2022.

El empresario reconoció que México tiene actualmente diversos retos que vencer en materia de suministro e insumos para el sector agroindustrial, como el caso del costo de los fertilizantes, el incremento en los precios de los alimentos y el abasto de insumos industriales básicos para el sector tales como el cartón y el vidrio.

Por ello es fundamental generar las redes de negocio necesarias para apoyar al sector y vincularlo con todas las cadenas productivas.

Chavoya Bravo comentó que los gobiernos estatales participarán activamente en el FIA con la presencia de representantes de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria y de diversas Secretarías de desarrollo Económico y Agrícola de distintas entidades del país, como es el caso de Veracruz y Durango.

Al respecto, Diana Arrioja, titular de la Comisión de Organismos Internacionales del Foro Internacional Agroindustrial, dijo que los principales retos que México tiene a partir de la pandemia de la COVID 19 son: el reconstruir las cadenas de suministro, el apoyar a las empresas que han sobrevivido para crecer y posicionarse en nuevos mercados, y el transformar para adicionar valor e incrementar la vida de anaquel de los productos perecederos; lo anterior para que los productores obtengan mayores ingresos por sus productos y más tiempo para colocarlos en los mercados.

Para lograrlo, el FIA 2022 tiene el compromiso de integrar a todos sectores que tienen que ver directa e indirectamente en las cadenas de valor de la agroindustria, como es el caso de los sectores farmacéutico, cosmetológico, papel y cartón, químico, metalmecánico, bienes de capital instituciones financieras, alimentos, entre otros.

Así mismo, señala que se trata de un Foro de alcance internacional que tendrá en sus espacios la participaron de organismos como el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la Organización de las Naciones Unidad para el Desarrollo Industrial (ONUDI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Red INNOVAGRO; y el Banco Nacional de Comercio Exterior (BANCOMEXT) para el caso de México, entre otros.

Por su parte, Michelle Cervantes, titular de la Comisión de Embajadas del FIA, informó que hasta el momento están confirmadas las participaciones de diversas representaciones diplomáticas como los casos de Belice, Perú Colombia, Brasil, España, Ecuador, Japón, Estados Unidos, Chile, Israel, Guatemala, Francia, Inglaterra, Canadá y Bolivia

Agregó que existe un considerable interés de las representaciones internacionales en el esfuerzo que hace México a través de la Canacintra para fomentar sus cadenas productivas agropecuarias y buscar alternativas de intercambio comercial en el sector con sus países para los próximos años.

La especialista negó que el cierre de fronteras de un país como Canadá ante la pandemia, afecte de momento el intercambio comercial con México, ya que el cierre de las fronteras ha afectado el tránsito de personas, no el de las mercancías; así mismo, dijo que es pertinente mananterse atentos a cualquier decisión de carácter mercantil que puedan implementar algunas naciones con las que México tiene relaciones comerciales, a fin de adaptarse rápidamente a los cambios en el mercado, que pudieran ocurrir en los próximos meses.

Finalmente, Felipe Becerra, titular de la Comisión de Contenidos del FIA, explicó que el Foro estará conformado por diversas conferencias magistrales y paneles que integran ejes transversales de la agroindustria como los insumos, el sector primario, la transformación, el financiamiento, la bioeconomía y el sector internacional.

Por Darinel Herrera

El reto de la sostenibilidad de los alimentos dejó de ser un problema del futuro para convertirse en un reto del presente.

Ante una creciente demanda de alimentos debido al aumento de la población mundial, la cada vez menor superficie natural disponible para nuevas tierras de cultivo y la reciente interrupción de las cadenas de suministro a nivel global derivada de la actual pandemia de Covid-19. Vaticina un escenario poco alentador para la sostenibilidad de nuestros alimentos.

Es bien sabido que desde tiempos bíblicos, el mundo y el agricultor, coexisten con un pequeño enemigo que desde siempre ha representado un problema para la seguridad alimentaria de nuestro planeta. Un enemigo natural, que durante siglos se ha encargado de terminar con muchas de nuestras cosechas año con año, gracias a la voracidad de sus enjambres.

Así es, hablamos de las langostas. Una plaga de insectos voladores y hambrientos que durante los últimos 5 años, ha triplicado su capacidad reproductiva (Una sola generación puede multiplicarse 20 veces, cada 3 meses), debido al cambio climático (el aumento de lluvia, los ciclones y la humedad en zonas desérticas)

Gigantescos enjambres de langostas del desierto (enjambres de hasta 150 millones de insectos por kilómetro cuadrado), están arrasando tierras de cultivo y granjas como algunos países no habían visto en 70 años. Enjambres capaces de devorar alimento para 35,000 personas en un solo dia y de trasladarse 100 km en apenas 24 horas.

Y sin caer en el pesimismo, las proyecciones de los expertos con respecto a esta plaga no auguran nada bueno. Cuando arrasen el este de África,se espera que las plagas viajen hacia el oeste. Poniendo en peligro los medios de vida de un 10% de la población mundial, asegura Ernesto Torrico en su reportaje denominado: La plaga bíblica de la que no para de alertar la ONU.

Las langostas están poniendo en jaque las cosechas y el acceso a los alimentos de decenas de países en un momento en que su control es todavía más difícil al juntarse con la crisis del coronavirus. «La crisis es enorme, porque el covid-19 ha hecho que estos países estén empobrecidos por la falta de importaciones de sus productos y ahora se le suma que la langosta se come lo que están produciendo», asegura Máximo Torero, economista jefe de FAO.

En latinoamérica desde finales de mayo, las langostas del desierto comenzaron a generar alarma en Suramérica. Primero fue Paraguay, luego Argentina y ahora esta plaga amenaza con extenderse a Brasil y Uruguay, poniendo en riesgo miles de hectáreas de cultivos y la seguridad alimentaria de habitantes de la región.

Recientemente la OIRSA (Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria) con sede en San Salvador. Lanzó una nota dirigida a los ministerios de Agricultura del istmo, donde pide «incrementar la vigilancia fitosanitaria para detectar focos y realizar controles oportunos» de la plaga, en el marco de la primera etapa de lluvias que culmina en septiembre.

Los países donde se podría «reactivar» el problema de la langosta son Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, en virtud que desde mayo han sufrido inundaciones, así como en Costa Rica y Panamá, que en el pasado han tenido la plaga.

La langosta centroamericana, según un informe técnico del OIRSA,»es una especie de polífagas» que pueden afectar a más de 400 especies de plantas que les sirven como alimento.

Una alerta para detectar brotes de la devoradora langosta centroamericana (Schistocerca piceifrons piciefrons Walker), que ataca cultivos de granos básicos y a unas 400 especies de plantas.

Alternativas y posibles soluciones

En muchos de estos países en donde esta plaga es endémica, el consumo de langostas es tradición. «Yemen es uno de ellos. Los enjambres vuelan durante el día y en la noche descansan sobre el suelo, que es cuando la gente local las recolecta en bolsas y redes. Luego las hierven, las secan o las fríen, se consumen localmente en las comunidades, y también se venden en los mercados locales. Son ricas en proteínas y apropiadas para el consumo humano, pero también como pienso animal”, afirma el biólogo y entomólogo panameño Alonso Santos, investigador en la Universidad de Panamá, quien además señala que es una oportunidad utilizar la langosta centroamericana como alimento.