Redacción / Enlazadot
Sin lugar a dudas, la ciudad de Guadalajara es cuna de los símbolos más representativos de la identidad mexicana, y para acompañar estas fiestas patrias al son del mariachi y el tequila, la Oficina de Visitantes y Convenciones de Guadalajara te invita a celebrar a México a través de su gastronomía tradicional.
Pozole estilo Jalisco
Uno de los platillos más conocidos en el país es el pozole, y el estilo Jalisco se ha convertido en uno de sus principales referentes. Esta receta se suele preparar con lomo, cabeza, espinazo y pierna de cerdo, y su color rojo característico lo toma gracias a una preparación de chile rojo molido, ya sea guajillo, puya, ancho o de árbol. También cuando se sirve, se acompaña de salsa picosa de chile de árbol, cebolla picada, rábano, lechuga, limón y tostadas. Una alternativa también originaria de Jalisco es el pozole de camarón, que además del maíz cacahuacentle, se utiliza caldo de camarón, polvo de camarón seco, chiles de árbol, y un toque de vinagre blanco.
Carne en su jugo
Otra de las joyas de la gastronomía tapatía es la carne en su jugo, un guiso elaborado con bistec de res finamente cortado, macerado con jugo de limón y caldo de pollo, para después asar la carne en grasa de tocino previamente frito. A la preparación se añade salsa de tomates y se sirve con frijoles de la olla, cebollitas cambray y el tocino crujiente. La combinación de ingredientes y sabores han hecho de la carne en su jugo el protagonista de muchos negocios de Guadalajara.
Torta ahogada
Esta es una de las delicias gastronómicas más populares y emblemáticas de la ciudad, que se puede encontrar prácticamente en cualquier esquina. Se elabora con birote, un pan salado que sólo se encuentra en la Perla Tapatía. Se rellena de carnitas y frijoles convirtiéndola así en una torta que posteriormente es “ahogada” en una salsa de jitomate donde el sabor de lo dulce y picoso la resaltan. Se acompaña con tiras de cebolla encurtida en limón y orégano.
Jericalla
La jericalla es originaria de la Perla Tapatía, cuyo origen se remonta al siglo XVIII, cuando las monjas del Hospicio Cabañas idearon un postre nutritivo y de sabor llamativo para los niños huérfanos que estaban bajo su cuidado. Este postre se elabora con leche, canela, azúcar, huevo y vainilla. Al hornear la mezcla notaron una capa dorada con toques tostados que aporta un sabor muy particular parecido a la natilla española, pero de consistencia ligera. Su fácil preparación y delicioso sabor han convertido a este manjar en el preferido de las y los tapatíos.
Tequila
Por supuesto, en esta lista no se puede quedar fuera el destilado más tapatío que se obtiene a partir de la fermentación y destilación del tipo de agave conocido como tequilana weber.
Esta bebida, que actualmente cuenta con denominación de origen, tiene una gran versatilidad y ligereza de sabor, lo cual lo convierten en un aliado perfecto para acompañar la comida mexicana, ya sea en solitario o como cóctel.
Raicilla
Se trata de un delicioso destilado que se origina de la planta de agave así como el tequila, pero con la diferencia al igual que el tequila; sin embargo, se elabora con una variedad diferente como el lechuguilla, la pata de mula, entre otros. Tradicionalmente, era una bebida consumida por sus propiedades curativas, pero su inigualable sabor han hecho de esta bebida un gran complemento para las comidas mexicanas.
Cazuela de tequila estilo Tlaquepaque
Esta bebida se ha hecho muy popular en el Pueblo Mágico de Tlaquepaque, por ser refrescante, dulce y aportar un balance de acidez a tus preparaciones, por lo que será un gran aliado durante las fiestas patrias. Tradicionalmente, se prepara en una cazuela de barro, a la que se le añade hielo, sal jugo de limón y toronja, rodajas de toronja, lima y naranja, refresco de toronja y agua mineral y, aunque puede no llevarlo, el tequila es un ingrediente que no puede faltar.