Por Laura Gutiérrez Franco
La cuarentena fue un cambio abrupto para las empresas y otro tipo de organizaciones que no veían como prioritario invertir en una transformación digital al corto plazo, señaló la maestra Jeanette González Díaz, coordinadora de maestría en Desarrollo y Dirección de la Innovación de UDGVirtual.
“Tuvieron que hacerlo de un día para otro, ahora sabemos que las empresas avanzaron lo que no habían avanzado en tres años, en cuanto a transformación digital. Definitivamente con esta emergencia sanitaria las prioridades de las empresas cambian, y cambia también lo que van a estar requiriendo”, explicó.
De acuerdo con la académica, esta contingencia dejó ver que muchas de las actividades de las organizaciones se pueden hacer vía remota, pero que obligó a los trabajadores a adaptarse a un improvisado home office, donde el trabajador tuvo que poner parte de sus recursos para realizarlo, a diferencia de empresas de primer mundo que proveen del internet, línea telefónica y equipo de cómputo.
González Díaz precisó que a partir de estos cambios las empresas van a requerir empleados con ciertas habilidades blandas y habilidades duras, por ejemplo la flexibilización, lo que significa que “no podemos estar casados con procedimientos rigurosos, tenemos que ser flexibles, adaptarse rápidamente al cambio”.
Indicó que también buscarán gente con inteligencia emocional que practique la resilencia, que sean empáticos que tengan una comunicación efectiva, y sean autodisciplinados para realizar correctamente sus tareas del trabajo en casa, para resolver imprevistos sin necesidad de tener a su jefe a un lado.
“También se requieren habilidades digitales y técnicas, porque mucho va a girar en torno a las ventas online, que sepan de temas como la experiencia del usuario, análisis de datos, bussiness intelligence y análisis de consumo de clientes online, todo se está centrando en el comercio electrónico”.
Informó que en México, 45 por ciento de los estudiantes de bachillerato eligen carreras relacionadas con las ciencias sociales y negocios, 21 por ciento elegía ingenierías relacionadas con manufactura y el resto se enfocaban a educación humanidades, artes, agricultura y servicios.
“Esto se tiene que transformar hacia el desarrollo de las habilidades STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas). En este momento tanto las empresas como las universidades están ocupadas en salir a flote de esta pandemia, pero después de esto necesariamente se van a tener que replantear algunas cosas, las universidades tendrán que replantearse qué habilidades son las que tienen que proveer para hacer frente a estos nuevos retos”.