Por Laura Gutiérrez Franco

La llamada nueva normalidad -luego de la pandemia a causa del COVID-19 sí obliga a realizar, en ocasiones, un cambio radical de lo que tradicionalmente se ha hecho, sobre todo en las empresas. En el tema laboral hay muchas cosas que se deben tomar en cuenta para no caer en errores que les eleve sus costos y de eso habla en entrevista con Cadena Empresarial Enlazadot, el abogado Alejandro Pöhls, un gran experto en el área y titular de la firma Pöhls Abogados.

Entre otras recomendaciones, señala la opción del trabajo a domicilio o teletrabajo, otra pudiera ser un contrato por temporada (es decir por ciclos) y finalmente pagando un salario por horas, o por unidad de obra (a destajo), según sea requerido el empleado. Otra opción es que el empleado deje de ser subordinado y mejor preste sus servicios de forma independiente.

Ante el alargamiento de la pandemia por el COVID-19 y los cambios en las formas de trabajo ¿cómo se puede llevar con más efectividad la relación patrón-empleado? Ya que en algunos casos se sigue laborando desde casa ¿Qué es lo recomendable?

En algunos casos no es posible que el centro de trabajo continúe operando, por lo que cuando la relación lo permita, lo más recomendable es llevar a cabo una relación a través del Teletrabajo o trabajo a domicilio.

¿Se tiene que hacer un contrato especial cuando se hace home office?

Sí, en el caso de los empleados que no tengan la obligación de acudir presencialmente al centro de trabajo, se celebra un contrato especial denominado a domicilio o teletrabajo.

¿Qué debe hacer una empresa cuando se ve en la necesidad de que a alguno de sus trabajadores los tenga que retirar de su labor, ya sea de manera temporal o permanente?

La Empresa tiene dos opciones, celebrar un convenio con el empleado para modificar las relaciones de trabajo a efectos de reducirle las horas de trabajo al colaborador y el sueldo en forma proporcional, o dar por terminada la relación laboral por mutuo consentimiento e indemnizarlo conforme a la LFT.

Cuando se tenga que liquidar a un empleado ¿procede lo normal establecido en la Ley Federal del Trabajo o existen algunas adiciones?, ya que en un principio de la pandemia se establecía la entrega de mes y medio de salario, adicional a lo que regularmente se ofrece.

En principio, el patrón debe indemnizar al empleado con tres meses de salario más sus partes proporcionales, pero se puede celebrar un convenio para dar por terminada la relación por mutuo consentimiento y acordar una gratificación menor. Lo anterior, debe ratificarse ante las JLCA para su validez.

Si una empresa cerró en las primeras semanas del problema y ahora quiere reiniciar pero con cambio de actividad ¿si contrata a las mismas personas que le ayudaban antes, debe reconocerles su antigüedad o es cuenta nueva?

Si los empleados renunciaron, o si se celebró un convenio para dar por terminada la relación por muto consentimiento, entonces, la relación se terminó y comenzará sin antigüedad alguna como un empleado de nuevo ingreso.

¿Cuál es la recomendación para las mipymes en el sentido de las nuevas contrataciones que se puedan realizar en esta etapa de crisis?

Una es el trabajo a domicilio o teletrabajo, otra pudiera ser un contrato por temporada (es decir por ciclos) y finalmente pagando un salario por horas, o por unidad de obra (a destajo), según sea requerido el empleado. Otra opción es que el empleado deje de ser subordinado y mejor preste sus servicios de forma independiente.

Por Darinel Herrera

La actual pandemia derivada de la propagación del virus Covid 19, ha provocado y acelerado la tercerización del sector servicios basados en conocimiento a nivel global. Un sector económico del que poco se habla, pero que a través del tiempo ha demostrado tener un alto grado de adaptabilidad y resiliencia ante las grandes crisis económicas.

Factores condicionales como la migración al trabajo en casa, la relocalización empresarial para reducir los riesgos sanitarios, el uso intensivo de las tecnologías de la información, el confinamiento, la aceleración de la transformación digital empresarial y la incursión de la tecnología 5G. Sin duda, han ayudado a sentar las bases idóneas para decretar el inicio del boom del sector de servicios digitales a nivel global.

Una modalidad que hasta hace un par de años se veía lejana, hoy colabora e impacta en la disminución de riesgos sanitarios, a la vez que permite mantener ciertas activas actividades económicas que no hubiesen sido posibles de realizar por el confinamiento. Las compras, las ventas, la educación, la capacitación y el entrenamiento, los negocios, la logística y la exportación, los servicio financieros y de banca, la ciberseguridad y el soporte técnico, la publicidad y el marketing, la interpretación y análisis de datos, la atención médica y psicológica entre muchas otras. Son solo algunos ejemplos de las grandes oportunidades que podrían encontrarse a través de la oferta de servicios digitales.

Cabe destacar que, en algunos países desarrollados donde ya existía una importante presencia de servicios digitales antes de la pandemia, también se ha vivido un cambio de paradigma. Donde se ha pasado de un formato B2B, a una combinación B2B -B2C. Debido al aumento del fenómeno denominado micro sourcing que se refiere a la oferta de servicios 1-1 por parte de profesionales autónomos (freelance) que no requieren de una estructura organizacional robusta o física para proveer determinado servicio.

Sin embargo, como toda gran oportunidad existen grandes retos por superar, especialmente en Latinoamérica. Donde la tecnificación y la capacitación en materia de habilidades digitales y dominio de idiomas debe ser prioridad para poder aprovechar esta oportunidad histórica.

Es por ello, que hoy más que nunca los modelos de educación superior deben de ser ágiles, digitales y alineados a las necesidades del mundo y de las empresas.

 

Por Alejandro Pöhls R
Julio 2020

Desde hace algún tiempo, ha existido un encarnizado debate entre abogados vanguardistas y los de la vieja guardia respecto a la validez de los pactos de no competencia que se celebran para evitar la competencia desleal de aquellos empleados, enajenantes de negocios, distribuidores, comisionistas, franquiciatarios y socios, entre otros, que normalmente tienen acceso a información privilegiada o confidencial, y que en razón de su posición, pudiesen causarle un daño patrimonial grave a su contraparte si decidiesen emprender actividades industriales, comerciales o profesionales iguales o similares de forma paralela al patrón, comprador, fabricante, proveedor, empresario, franquiciante o sociedad con la que tienen actualmente o tuvieron recientemente una relación jurídica.

Un pacto de no competencia, es una cláusula dentro de un contrato principal, o bien, un contrato accesorio en el que se establece una obligación de no hacer (entiéndase una abstención) a cargo de una persona que por lo general tiene acceso a secretos industriales o información clasificada, a efectos de evitar los daños y perjuicios que le pudiese causar el receptor de dicha información a su titular mediante el desarrollo de actividades que compitan directamente con éste. 

Los juristas de la vieja guardia, especialmente los abogados obreristas y los litigantes conservadores esgrimen que dichos pactos violan la libertad de trabajo plasmada en el Artículo 5º de la Constitución Federal, alegando que no se le puede prohibir a nadie dedicarse a cualquier actividad siendo ésta lícita, sin molestarse en desmenuzar la intención del legislador ni sopesarla contra la libertad contractual, ni mucho menos la protección a la Propiedad Intelectual o evitar el fomento a la competencia desleal. 

En el caso de los empleados, se recomienda que el pacto de no competencia no se estipule exclusivamente en el contrato individual de trabajo, ya que la única consecuencia de su incumplimiento sería la rescisión de la relación laboral por causa imputable al trabajador, ya que las Juntas de Conciliación y Arbitraje no le pueden aplicar penas convencionales al empleado; por ende, es mucho más recomendable que dicho pacto sea una cláusula dentro de un contrato de confidencialidad mercantil, para así poder ejecutar la pena convencional a través de un tribunal civil o mercantil, en caso de incumplimiento.

Si no se pacta una cláusula de no competencia, no hay nada que impida que un exempleado, distribuidor, franquiciatario, consignatario o comisionista aproveche su posición para que de forma desleal se lleve la cartera de clientes, know how, proveedores y hasta el personal del propio franquiciante, proveedor, fabricante o empresario para provecho propio, especialmente al término de la relación contractual. Por ende, es importante proteger los activos intangibles de la empresa a través de convenios de confidencialidad con cláusulas de no competencia. 

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Datos de Contacto
Alejandro Pöhls R. – Abogado Titular
Tel. +52(33) 1522 2777 / 1522 46 46
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Por  Laura Gutiérrez Franco

Israel Langarica y Abraham Gutiérrez, son dos grandes expertos en el tema de seguridad corporativa, quienes decidieron unir su enorme trayectoria y conocimientos al crear la empresa Langarica & Gutiérrez, que con poco más de un año de haber sido fundada, ya tiene presencia nacional.

Ambos trabajaron por varios años es un gran empresa del mismo ramo, pero al final de cuentas consideraron que era necesario apoyar el segmento de las micro, pequeñas y medianas empresas (sin descuidar a las grandes por supuesto), para que logren mejorar su problemática de seguridad y por ende no tener pérdidas económicas.

En entrevista con Cadena Empresarial Enlazadot comentaron que es cierto que se enfrentan a grandes retos al incursionar en este sector, principalmente a la creencia que tienen muchos empresarios que seguridad es solo la presencia de uno o dos guardias.

Es cierto, señalaron, que en las mipymes regularmente no se tiene capacidad para sistemas de seguridad muy robusto, pero Langarica & Gutiérrez, les hacen “trajes a la medida”, de tal manera que su resultado es funcional y muy favorecedor.

Para empezar la realidad es que aplicar recursos en seguridad de la empresa, es una gran inversión. Eso ya lo han entendido muchos dueños de negocios, porque Langarica & Gutiérrez tiene presencia constante en por lo menos 15 estados de la república, en donde además realizaron alianzas estratégicas con diferentes despachos para darle solución inmediata a todos los requerimientos del cliente. Sus oficinas principales están en Jalisco y Michoacán.

Israel es criminólogo y Abraham abogado, por lo tanto una sociedad que también profesionalmente tiene un alto valor agregado. Para empezar, a las empresas que son sus clientes lo primero que le realizan es un diagnóstico muy claro de su situación y de allí se derivan las estrategias a utilizar para obtener los resultados esperados. En todos sus contratos se realizan convenios de confidencialidad, es algo vital para poder trabajar.

Para tener una idea de su gran capacidad, con sus clientes también tocan los temas de ciberseguridad tan necesarios en la actualidad y, algo que pocas veces se hace, es que para apoyar a los departamentos de recursos humanos, realizan entrevistas a candidatos a los diferentes puestos de trabajo y detectan con anticipación si son adecuados para el cargo y sobre todo si tiene el gran valor de la honestidad y la responsabilidad.

 

 

Por Laura Gutiérrez Franco

Luis Alberto Harvey MacKissack, CEO de Nexxus Capital, tras reconocer que se vive en México (y en el mundo) una fuerte crisis económica por el COVID19, dijo que en momentos como el actual también se dan beneficios y las pequeñas empresas son candidatas a recibirlos.

Hay sectores de la economía que en este momento se ven favorecidos y, dentro de estos, las mipymes pueden considerar alguna actividad, como por ejemplo plataformas locales de distribución de productos; la cadena agroalimenticia; por supuesto las ventas por e-commerce y todo lo que tenga que ver con la prestación de servicios digitales y el home office.

Luis Alberto Harvey, reconocido empresario, participante del programa de televisión Shark Tank México, ofreció una conferencia titulada “Liderar un negocio a través de la crisis”, organizada por Cadena Empresarial Enlazadot, que preside Héctor Pérez González.

Durante la charla recomendó a las micro, pequeñas y medianas empresas, entrar rápidamente al mundo digital, porque si no lo hacen “les van a comer el mandado”. Son las nuevas formas de hacer negocios, que ya se venían dando, pero que se aceleraron a raíz de la pandemia. “Nadie va a poder no estar metido allí”.

Agregó que es el momento de utilizar plataformas como Amazon y Mercado Libre u otras tantas que ya existen. Al sector agrícola le irá bien. Todo aquello que tiene que ver con la manufactura tampoco tendrá problemas, pero ya no será exactamente el negocio tradicional, como se hacía antes de la pandemia.

Dentro de todo lo que se vive en la actualidad y que no es precisamente positivo, comentó se puede esperar una reactivación de la economía ahora que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). Al incrementarse el comercio exterior, sobre todo las exportaciones, se tendrán beneficios.

Comentó que en toda empresa se debe estar preparada, todo el tiempo, para cualquier crisis que se presente. Hay que saber operar en tiempos de crisis, que los negocios sean más funcionales. Quedarse con un equipo pequeño pero que de verdad saben hacer las cosas y no al revés, que son de las cosas que pasan mucho en México.

Dijo que también es necesario conocer en dónde está la competencia y en donde está la diferencia. No es recomendado tener un solo proveedor de la materia prima, es mejor tener opciones.

Por, Darinel Herrera

“Del campo a la mesa“una frase cada más popular en la industria de los alimentos a nivel global. Una expresión marketera que sugiere  transparencia, correlación y trazabilidad  entre  el productor y el consumidor, pero que en la práctica en muchas ocasiones resulta irreal e incongruente. 

Te has preguntado alguna vez; ¿Qué tan directa y  vertical es en realidad la cadena de suministro de los agroalimentos que consumimos? ¿Cuántos actores intervienen en las cadenas agroalimentarias? ¿Cual es el papel de los intermediarios en este sector  y cómo es que agregan valor? De esto y más hablaremos en esta columna.

El término cadena agroalimentaria se refiere a la combinación de actores y actividades que producen materia prima de origen agrícola, transfieren el producto en el tiempo y el espacio, si es necesario, transforman el producto a través del procesamiento y ofrecen el producto alimenticio final al usuario final. Una cadena agroalimentaria describe la gama completa de actividades de valor agregado necesarias para llevar un producto a través de las diferentes fases de producción, incluida la adquisición de materias primas y otros insumos. 

Una cadena agroalimentaria es un sistema de organizaciones, personas, actividades, información y recursos involucrados en mover un producto alimenticio de proveedor a cliente. El concepto de cadena agroalimentaria se utiliza para mostrar los segmentos vinculados verticalmente de la agroindustria y el comercio de alimentos generalmente delimitados a un producto alimenticio específico. Como los aguacates o las frutas exóticas por ejemplo.

La cadena agroalimentaria está compuesta principalmente por dos vertientes. La primera etiquetada coloquialmente como aguas arriba (que se refiere al origen de donde proviene el flujo de alimentos: Es decir, cerca del sitio de producción agrícola).

La segunda, aguas abajo (que se refiere al punto donde el flujo de alimentos se mueve hacia: el sitio donde los consumidores finales acceden al mercado para comprar productos terminados: Es decir, cerca del consumidor final). 

La etapa aguas arriba del acceso a los alimentos implican generalmente el suministro de materias primas, pero no implican el procesamiento o la transformación de las materias primas. 

La etapa aguas abajo implica el procesamiento de la materia prima en productos terminados y la distribución y venta real de estos productos terminados a los usuarios finales. Los actores pueden ubicarse aguas arriba o aguas abajo en la cadena agroalimentaria, sin embargo es clave mencionar que cuanto más cerca se este de los usuarios finales, más lejos se estará de los productores. 

Existe una variedad de modelos de cadenas agroalimentarias, que conectan los elementos aguas arriba y aguas abajo de la estructura que organiza el acceso a los alimentos. Una cadena agroalimentaria puede ser corta y directa; por ejemplo, un agricultor que ofrece manzanas frescas para la venta desde su granja. Por otro lado, la cadena agroalimentaria también puede ser larga y complicada con la participación de muchos intermediarios entre la granja y la mesa; por ejemplo, el comercio de granos, que involucra a muchos actores que se encargan de comprarle sus productos agrícolas a muchos agricultores a nivel comunitario en un área o región generalmente grande, almacenando sus productos, transportándolos de un punto a otro, y organizando su recolección para la ventas al por mayor,  distribuyéndola a los minoristas etc.

Sin embargo, una larga cadena en la que los alimentos viajan a gran distancia también puede integrarse verticalmente; por ejemplo, la exportación de bananas. La cual cuenta generalmente con todo un proceso de trazabilidad. 

A la integración de diferentes etapas de producción y / o distribución se llama integración vertical. 

Finalmente, una compañía de alimentos también puede ser propietaria y administrar varias fábricas a la vez. Puede emplear a comerciantes, trabajadores de extensión e incluso agricultores para producir los productos requeridos en tierras que la compañía posee o alquila. La integración vertical permite la transferencia de información a lo largo de la cadena, el control de la calidad y la cantidad en cada nivel y la reducción de las pérdidas posteriores a la cosecha. Por lo tanto, las empresas integradas verticalmente pueden obtener precios competitivos incluso si las bananas se transportan de un lado del mundo a otro.

El núcleo de la noción de una cadena agroalimentaria es la idea de que los actores y una secuencia de actividades están conectados verticalmente a lo largo de una cadena. Juntos, estos actores y actividades establecen un sistema de producción y entrega de alimentos a los consumidores. Sin embargo, cada segmento vertical de una cadena agroalimentaria también está vinculado horizontalmente a actores y actividades fuera de los límites de la cadena agroalimentaria. Por lo tanto, una cadena agroalimentaria vertical no puede funcionar aisladamente; sus segmentos verticales están en cierta medida integrados en redes horizontales de actores y actividades de apoyo a la cadena agroalimentaria. Las funciones de apoyo implican la provisión de insumos, extensiones y servicios técnicos, la provisión de servicios financieros y funciones reguladoras que facilitan el comercio, el control de calidad y las transacciones. Estos últimos son a menudo responsabilidad de los actores públicos. Además, la cadena agroalimentaria también se relaciona con todo tipo de organizaciones de la sociedad civil, desde asociaciones de productores, sindicatos hasta movimientos ambientales.

Fuente: Sustainable Food Security: Food Access 2020 – Universidad de Wageningen, Países Bajos.

Por Laura Gutiérrez Franco

El mundo de los negocios ya no es el mismo. Estos ya no se podrán hacer de manera tradicional. La pandemia del coronavirus trajo consigo un cambio en las empresas. Ahora hay que ser muy ágiles y contar con clientes céntricos, aseguró el director general de Novament, Jesús Pérez, al ofrecer un taller organizado por Cadena Empresarial Enlazadot que preside Héctor Pérez González.

La definición de “cliente céntrico”, que es lo que ahora se requiere, es llevar adelante una estrategia de comunicación en la que el cliente es el centro de todo el modelo de negocio. El objetivo de esta acción es formar clientes hipersatisfechos que puedan cumplir con todas sus metas y sentirse respaldados de cara al futuro.

El nombre del taller fue “ Reinvención del Modelo de Negocio, Tus primeros pasos para tu recuperación”, que tuvo gran concurrencia tanto de empresarios socios de Enlazadot como en lo general.

En primer lugar dejó muy claro que la crisis económica derivada del COVID 19 no solo es en Mëxico, es en el mundo y en realidad no es algo que se pueda estimar su terminación. Lo único seguro es que en adelante siempre habrá incertidumbre, donde también se agrega el tema político y social con el populismo, presente en varios países del mundo.

Subrayó que en estos cuatro meses de prácticamente contar con inactividad económica como nunca en la historia del mundo, hay lecciones que se tienen que aprender y desaprender. En el primer caso está que es necesario en las empresas ser flexibles, entender que el mundo está cambiando muy rápido.

Insistió en que en las empresas, de cualquier tamaño, especialmente mipymes, para no morir hay que implementar la innovación, agilidad y asegurar que los clientes sean rentables. Es necesario definir el segmento de mercado al que se quiere llegar.

Al cliente, agregó, hay que generarle propuestas de valor. También se debe definir un modelo de negocio que responda al qué, quién, cómo y cuánto. Una recomendación es seguir patrones de empresas exitosas en el mundo, en donde se basan en la tecnología, el machine learning y la inteligencia artificial, por ejemplo, además de utilizar el e-commerce, la digitalización y las ventas de experiencia por citar algunas.

Cabe señalar que Novament, empresa que está ubicada en Monterrey, cuenta con las soluciones para reactivar a todo tipo de empresa en tiempos como los actuales y en Guadalajara cuenta con una socia filial que es Actus.

Por Darinel Herrera

El reto de la sostenibilidad de los alimentos dejó de ser un problema del futuro para convertirse en un reto del presente.

Ante una creciente demanda de alimentos debido al aumento de la población mundial, la cada vez menor superficie natural disponible para nuevas tierras de cultivo y la reciente interrupción de las cadenas de suministro a nivel global derivada de la actual pandemia de Covid-19. Vaticina un escenario poco alentador para la sostenibilidad de nuestros alimentos.

Es bien sabido que desde tiempos bíblicos, el mundo y el agricultor, coexisten con un pequeño enemigo que desde siempre ha representado un problema para la seguridad alimentaria de nuestro planeta. Un enemigo natural, que durante siglos se ha encargado de terminar con muchas de nuestras cosechas año con año, gracias a la voracidad de sus enjambres.

Así es, hablamos de las langostas. Una plaga de insectos voladores y hambrientos que durante los últimos 5 años, ha triplicado su capacidad reproductiva (Una sola generación puede multiplicarse 20 veces, cada 3 meses), debido al cambio climático (el aumento de lluvia, los ciclones y la humedad en zonas desérticas)

Gigantescos enjambres de langostas del desierto (enjambres de hasta 150 millones de insectos por kilómetro cuadrado), están arrasando tierras de cultivo y granjas como algunos países no habían visto en 70 años. Enjambres capaces de devorar alimento para 35,000 personas en un solo dia y de trasladarse 100 km en apenas 24 horas.

Y sin caer en el pesimismo, las proyecciones de los expertos con respecto a esta plaga no auguran nada bueno. Cuando arrasen el este de África,se espera que las plagas viajen hacia el oeste. Poniendo en peligro los medios de vida de un 10% de la población mundial, asegura Ernesto Torrico en su reportaje denominado: La plaga bíblica de la que no para de alertar la ONU.

Las langostas están poniendo en jaque las cosechas y el acceso a los alimentos de decenas de países en un momento en que su control es todavía más difícil al juntarse con la crisis del coronavirus. «La crisis es enorme, porque el covid-19 ha hecho que estos países estén empobrecidos por la falta de importaciones de sus productos y ahora se le suma que la langosta se come lo que están produciendo», asegura Máximo Torero, economista jefe de FAO.

En latinoamérica desde finales de mayo, las langostas del desierto comenzaron a generar alarma en Suramérica. Primero fue Paraguay, luego Argentina y ahora esta plaga amenaza con extenderse a Brasil y Uruguay, poniendo en riesgo miles de hectáreas de cultivos y la seguridad alimentaria de habitantes de la región.

Recientemente la OIRSA (Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria) con sede en San Salvador. Lanzó una nota dirigida a los ministerios de Agricultura del istmo, donde pide «incrementar la vigilancia fitosanitaria para detectar focos y realizar controles oportunos» de la plaga, en el marco de la primera etapa de lluvias que culmina en septiembre.

Los países donde se podría «reactivar» el problema de la langosta son Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, en virtud que desde mayo han sufrido inundaciones, así como en Costa Rica y Panamá, que en el pasado han tenido la plaga.

La langosta centroamericana, según un informe técnico del OIRSA,»es una especie de polífagas» que pueden afectar a más de 400 especies de plantas que les sirven como alimento.

Una alerta para detectar brotes de la devoradora langosta centroamericana (Schistocerca piceifrons piciefrons Walker), que ataca cultivos de granos básicos y a unas 400 especies de plantas.

Alternativas y posibles soluciones

En muchos de estos países en donde esta plaga es endémica, el consumo de langostas es tradición. «Yemen es uno de ellos. Los enjambres vuelan durante el día y en la noche descansan sobre el suelo, que es cuando la gente local las recolecta en bolsas y redes. Luego las hierven, las secan o las fríen, se consumen localmente en las comunidades, y también se venden en los mercados locales. Son ricas en proteínas y apropiadas para el consumo humano, pero también como pienso animal”, afirma el biólogo y entomólogo panameño Alonso Santos, investigador en la Universidad de Panamá, quien además señala que es una oportunidad utilizar la langosta centroamericana como alimento.

El COVID-19 no aleja las millonarias inversiones que se hacen en hoteles de Jalisco

Por Laura Gutiérrez Franco

El presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Jalisco, Juan Carlos Mondragón Castañeda, dijo que pese a la gravedad de la situación económica que se vive a consecuencia de la pandemia por el COVID-19, los cerca de tres mil millones de pesos en inversiones para nuevos establecimientos, principalmente en la zona metropolitana de Guadalajara, no se han detenido.

En entrevista con Cadena Empresarial Enlazadot comentó que desde luego no se ha podido inaugurar ninguno, pero en lo que sí se sigue trabajando es en las edificaciones. El hecho de que no hayan decidido desistir de su intención, ya que es una buena noticia para Jalisco.

El sector hotelero de Jalisco ha sido uno de los más resistentes ante la crisis actual y de los muy pocos que conservaron los empleos. Es también de los más positivos y preparados para la reactivación, que en realidad nunca detuvieron, aunque su ocupación cayó en estos cuatro últimos meses hasta el ocho por ciento de haberse ubicado en 60 por ciento en promedio en meses anteriores, dijo Mondragón.

Los hoteles, como gremio, nunca dejaron de trabajar. De aproximadamente 500 que integran la asociación, en donde también participa la Asociación de Haciendas y Casonas de Jalisco, en la actualidad sólo ocho siguen cerrados pero de manera temporal.

“Hay únicamente en este momento ocho hoteles cerrados, y el número que hay que atender es que en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) hay 500 hoteles, de esos 500 hoteles, 350 están considerados de categoría turística, de esos 350 solamente ocho están cerrados al día de hoy, y la Asociación de Hoteles de Jalisco también tiene afiliados a los hoteles de Chapala, de Tequila y de Haciendas y Casonas”.

Destacó y dejó muy claro que para el sector que representa lo más importante es la salud de su gente y por supuesto de los huéspedes. De allí que todos los asociados sigan al pie de la letra los protocolos establecidos por las autoridades. Las habitaciones se sanitizan al cien por ciento, se cumple con la sana distancia y las áreas comunes como corresponde a los bares, no se han abierto. En la actualidad se ha recuperado la ocupación y está en cerca del 12 por ciento, pero se espera que siga creciendo, aunque de manera lenta.

Durante la charla también dijo que los hoteles y moteles de Jalisco no han recibido apoyo alguno del Gobierno Federal, con todo y que como ejemplo citó que los cobros de las tarifas de la CFE en plena pandemia llegaron a los hoteles cerrados, como si hubieran estado trabajando.

  • Ayudará a atraer mayor inversión extranjera, además regula y da reglas más claras y eficaces a los titulares de derechos propiedad industrial en el comercio: Ricardo Ramírez Gamboa, Socio fundador del despacho especializado en propiedad intelectual RAGARI LEGAL®

Por Laura Gutiérrez Franco

Ricardo Ramírez Gamboa, encargado de la Comisión de Propiedad Industrial de Cadena Empresarial Enlazadot y Socio fundador del despacho especializado en propiedad intelectual RAGARI LEGAL®, aseguró que la nueva Ley Federal de Propiedad Industrial es de gran beneficio para México, sobre todo en lo que tiene que ver con tratados comerciales internacionales, específicamente el TMEC.

En entrevista con Cadena Empresarial Enlazadot, comentó que era el momento de actualizar el marco normativo en materia de propiedad intelectual. En México se tenía una Ley de propiedad industrial vigente desde 1991 y había que adecuarla, por lo que se publicó una nueva y se abrogó la anterior, solo estamos esperando que entre en vigor.

En general, agregó, “se puede decir que es el mismo sistema jurídico de propiedad industrial que llevamos manejando en México de siempre, pero la nueva Ley refleja el cumplimiento normativo de obligaciones que México adquirió a raíz del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá”:

Ricardo Ramírez Gamboa, quien es experto en el tema, fue delegado en Occidente del Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI), señaló que en el capítulo 20 del T-MEC hay diversas obligaciones -de los tres países- para modernizar y hacer ajustes al sistema jurídico, pero precisamente esta nueva Ley ya incorpora estas obligaciones en materia de propiedad industrial y las robustece más-

Por ejemplo citó que “se amplía más el marco legal en materia de signos distintivos, es decir marcas, denominaciones de origen, indicaciones geográficas, nombres comerciales, avisos comerciales, etc., así como en materia de invenciones, de observancia, y de derechos de autor”.

Se puede decir que esta nueva Ley es más estricta, pero eso es bueno, porque da más protección y seguridad jurídica a los titulares de derechos de propiedad intelectual. Un país que tiene un sistema fuerte de propiedad industrial incentiva la inversión extranjera, regula y brinda reglas más claras y eficaces en el comercio.

Comentó que algunos de los temas han dado de qué hablar y han hecho ruido, pero conforme se va conociendo la nueva Ley, se puede interpretar de manera adecuada, ya que por ejemplo vienen reglas claras para las patentes en materia de extensión de su vigencia, pero únicamente por retrasos atribuibles a las autoridades. “Es decir, si la autoridad en alguno de los tres países se retrasa en el otorgamiento de patentes de forma imputable a ellas, se le puede compensar su vigencia al titular, pero la tiene que solicitar antes de que termine”.

Dijo que en ocasiones la autoridad duraba hasta ocho o diez años en conceder una patente y eso limitaba en tiempo de su vigencia, tema que ya se puede resolver a partir de la nueva ley, aunque destacó que México siempre se ha caracterizado por tener buenos tiempos de respuesta de acuerdo con los estándares a nivel internacional.

Recordó la vigencia de las patentes en general es de 20 años y ésta no cambió con la nueva ley.